Ingredientes:
1 litro de nata para montar
1/2 litro de leche
150 gr. de chocolate blanco
150 gr. de chocolate con leche
150 gr. de chocolate negro
3 sobres de cuajada
1 magdalena cuadrada
1 croissant relleno de chocolate
2 pastelitos
Una lengua de golosina
2 conguitos
Preparación:
1- En un bol mezclamos bien el litro de nata y el medio litro de leche. Una vez hecha la mezcla separamos la mezcla en tres partes de medio litro y procedemos a hacer los siguiente.
2- Ponemos en un cazo medio litro de la mezcla preparada anteriormente y lo ponemos a fuego medio, e introducimos el chocolate blanco a trocitos, ayudando con una barilla para que no se nos pegue y se deshaga bien el chocolate. Mientras se calienta, en un vaso con un poco de leche vertimos un sobre de cuajada y la deshacemos. Cuando veamos que la mezcla que esta en el fuego esta a punto de hervir, hechamos poco a poco la cuajada disuelta y removemos sin parar. Cuando empiece a hervir, retiramos del fuego y vertimos la mezcla sobre un molde de forma redondeada.
Esperaremos unos 20 minutos para que cuaje la mezcla. El motivo de esperar, es que si vertimos enseguida la mezcla con el otro chocolate, al estar todavia caliente, se mezclarian ambos chocolates.
Mientras esperamos esos veinte minutos, vamos preparando la segunda mezcla, esta vez con el chocolate con leche, y repetimos el paso 2; y así luego con el chocolate negro. Es decir el paso 2 se repite tres veces.
Una vez vertidas las tres capas de chocolate, dejamos enfriar y colocamos en el frigorífico. Cuanto más tiempo la dejes en el frigorífico más consistencia coge y a la hora de desmoldar no se deshará.
3- Una vez vayas a servir, desmoldamos la tarta. Cogemos la madalena cuadrada y le hacemos un corte por la mitad de un lateral que hará de boca, en la cual pondremos un trozo de lengua de golosina. Y sobre la magdalena pondremos los dos conguitos para hacerle la forma de los ojos. Para los pies cogeremos los dos pastelitos y los partiremos por la mitad, obteniendo asi 4 partes, que serán las cuatro patas. Por último, cogemos medio croissant y lo ponemos en el lado contrario de la cabeza para que haga de cola.
